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Con el primer emperador romano, Octavio Augusto, culminó la conquista de los territorios de Hispania. Con él se inicia la Pax Romana tras una larga y sangrienta conquista que duró aproximadamente doscientos años, desde el siglo III hasta el siglo I antes de Cristo.
Octavio Augusto fundó diversas ciudades por todo el imperio como Augsburgo en Alemania y en España, Emerita Augusta (Mérida), Caesaragusta (Zaragoza), Lucus Augusti (Lugo) o Barcino (Barcelona).
Poblada ya desde la prehistoria - como nos muestra el conjunto de joyas de oro de la Edad de Bronce que atesora el Museo Británico de Londres- Mérida se convirtió en la ciudad más importante de la Hispania romana. La primera población de esta ciudad se nutrió de soldados licenciados que habían participado en las Legiones V y X, ambas presentes en las guerras cántabras.
Las ruinas romanas están presentes por doquier en esta apasionante ciudad.
Merecen una visita el teatro, el anfiteatro, el circo, el columbario, la villa Mitrea, el templo de Diana, el arco de Trajano, el acueducto de los Milagros y por supuesto el Museo Nacional de Arte Romano.
En el Museo podemos contemplar una impresionante colección de arte romano, en especial de mosaicos y esculturas, aunque también de artes decorativas como vidrio, joyas o piezas realizadas en hueso.
Relieve con representación de gladiadores en actitud de combate, siglo I d. C., Museo Nacional de Arte Romano de Mérida
En el FORO romano de Mérida podemos observar dos espléndidos medallones o clípeos: uno de ellos representa una cabeza de medusa y el otro a Júpiter. Ambos presentaban un valor apotropaico y defensivo para la ciudad.
En la siguiente imagen podemos ver restos de hormigón romano de las gradas del anfiteatro. El hormigón era llamado "opus caementicium". Aportaba gran solidez a las construcciones. En Mérida se empleaba en su elaboración cal, cantos y arena del río, así como anfibolitas (tipo de piedra) de tamaño medio.
En esta fotografía se puede observar los restos de revestimientos marmóreos que aún perduran en el TEATRO.
El TEATRO de Mérida:
El emperador Augusto, bajo cuyo gobierno se construyó este teatro, promovió la representación de obras de teatro griegas, aunque pocos romanos entendían esa lengua. Por ello, relata el escritor Ovidio: "al teatro se va a ver y a ser visto, poco importante los versos que se están representando".
No obstante, los romanos, más que la tragedia y la comedia clásicas, preferían el mimo y la pantomina, donde se mezclaban gestos, música y danza. En ellos se trataban de manera burlesca y a veces grosera, temas mitológicos, políticos o asuntos relevantes del momento.
Las obras se representaban durante el día y eran pagadas por los ediles, gratuitas, por tanto, para cualquiera que quisiera acudir.
En este dintel de granito de uno de los accesos principales al teatro se conserva una inscripción latina que alude a Marco Agripa, influyente personaje que ocupó diversos cargos públicos en Mérida circo 16-15 a. C. Fue yerno del emperador Augusto y estuvo muy vinculada a la construcción de este teatro.
En su origen, este dintel estuvo estucado y las letras estaban pintadas de rojo.
Llegando al anfiteatro nos encontramos con esta VÍA o CALZADA:
El ANFITEATRO era el espacio arquitectónico destinado a espectáculos públicos, principalmente a la lucha de gladiadores, entre otras funciones.
La arena del anfiteatro de Mérida, con 64´5 metros en su eje mayor y 41´2 metros en el menor, presentaba en el centro una gran fosa que se cubría con un entramado de madera para el desarrollo de los juegos.
Los combates en pareja o en grupo, solían realizarse por la tarde. Era habitual que su árbitro y su ayudante hicieran cumplir las reglas mediante el uso de la vara si era necesario.
La música era otro elemento fundamental para marcar las fases del espectáculo, que comenzaba con un duelo entre dos jinetes a caballo para después combatir el resto por parejas, según armas y experiencia.
Iugula! Verbera! Missus! ¡Mátalo! ¡Azótalo! ¡Perdónalo! solía gritar el público, según palabras del escritor y filósofo Séneca.
El graderío del anfiteatro:
En esta imagen se muestra un detalle de la tribuna reservada para los magistrados o particulares que pagaban los combates de gladiadores. La inscripción escrita en latín y grabada en el dintel de granito corresponde a la conmemoración de la construcción del anfiteatro: AUGUST. PONTIF.MAXIM. TRIBUNIC. POTESTAD XVI y hace referencia al emperador Augusto y a sus títulos, situando la fase inicial del edificio en torno al año 8 a. C.
Fuera de las murallas de la ciudad, se encuentra una zona de enterramientos, en las proximidades de una de sus puertas principales y muy cerca de la vía que comunicaba Augusta Emerita con Córdoba. Es el COLUMBARIO, un paraje lleno de encanto recorrido por cipreses y diversas plantas utilizadas en los jardines funerarios romanos.
El uso funerario de esta zona se encuentra documentado desde el siglo I d. C. Allí podemos encontrar mausoleos y las denominadas en latín "cuppa" (o "cupa" en español), monumentos funerarios de forma rectangular con cubierta cilíndrica.
Uno de los mausoleos más interesantes es el de los Voconios, c. 50-100 d.C. En él aparece una inscripción "Cayo Voconio Procuro hizo la tumba para: su padre Cayo Voconio, hijo de Cayo, de la tribu Papiria; su madre, Cecilia Anus; su hermana Voconia Maria, hija de Cayo." Los objetos representados en la parte superior del epitafio están destinados a resaltar los logros militares del padre del comitente.
Las piezas situadas en los extremos son collares -tipo torques- y brazaletes, estos últimos con forma de serpiente, símbolo protector del hogar. La pieza central muestra un armazón de tiras de cuero que servía de soporte a discos de metal (fáleras).
En pleno casco histórico de Mérida encontramos el TEMPLO DE DIANA:
En época romana este templo destacaba dentro de una gran plaza conocida como "Foro de la Colonia". Rodeada de importantes edificios públicos, fue el centro urbanístico y el principal lugar de encuentro de los ciudadanos de Augusta Emérita. Aquí transcurría la vida política, se administraba justicia, se hacían transacciones financieras y mercantiles y se ofrecían sacrificios en honor a los dioses.
El templo, flanqueado por dos estanques, se ubicaba en la cabecera de la plaza, en un espacio sagrado conocido como "Temenos", donde se celebraban actos religiosos al aire libre. Delante del templo existía una tribuna pública, elevada sobre ella plaza. Desde ella, las autoridades se dirigían a los ciudadanos.
El templo fue construido con granito procedente de canteras locales y revestido con estuco. Estuvo rodeado de columnas en todos sus lados. El templo se alzaba sobre un podio de tres metros de altura. Mientras el templo estuvo en uso, se accedía a su interior subiendo una escalera monumental, hoy perdida.
Desde el siglo XVII fue denominado como el Templo de Diana aunque hoy sabemos que estuvo consagrada a Roma y al emperador.
En los CIRCOS romanos se realizaban carreras de cuadrigas.
El circo romano de Mérida está fechado en la primera mitad del siglo I d.C y fue remodelado durante el siglo IV d. C. Su traza es la de un rectángulo que adopta forma de semicírculo en el extremo oriental, mientras que en su lado occidental conforma un arco de circunferencia para garantizar la igualdad de todos los carros en el momento de salida.
Constaba de diversas partes:
*La CAVEA o graderío, dispuesta en sectores o cunei. De una grada solo se aprecian alguna hiladas. Separando el graderío de la arena se levanta el podio.
*Las CARCERES: dispuestas en curva en el extremo occidental del circo, están divididas en dos series de seis casillas separadas por una entrada monumental. Desde aquí salían los carros para iniciar la competición.
*El HEMICICLO: se sitúa enfrente de las carceres en el extremo oriental del edificio. Allí se localizaba otra entrada monumental.
*La ARENA o lugar donde se desarrollaba la competición. Era larga y estrecha y estaba dividida en dos pistas en el sentido del eje mayor del circo, por una barrera central o "spina".
*La SPINA, está formada por dos estanques separados por un espacio central, donde probablemente se situaría un elemento vertical u obelisco. En los dos extremos de la spina se situarían dos plataformas semicirculares que corresponden con las metas.
El circo era un edificio lleno de símbolos.
El poder del emperador y el cosmos eran una misma cosa y ambos tenían su representación en los elementos de este edificio. Podría decirse que el circo era un universo en miniatura. La arena simbolizaba la tierra y su forma un año completo, el que debían recorrer siete veces los aurigas sobre sus carros.
La "spina" o barrera central dividía la arena del circo. Los estanques simbolizaban el océano y el obelisco situado en el centro representaba el sol al atardecer.
En los extremos de la "spina" estaban situadas las metas:
La "meta alba", donde comenzaba la carrera, y la "meta secunda" donde terminaba. Ambas representaban oriente y occidente.
Las cuadrigas salían de las "carceres" o cocheras situadas en el extremo derecho del edificio. Cada una de ellas simbolizaba los doce meses del año.
El auriga que conducía el carro personificaba al dios Apolo.
Las siete vueltas de cada carrera se identificaban con los días de la semana y lo habitual era que se realizaran 24 carreras, equivalentes a un día.
Existían cuatro facciones o equipos identificados con un color, que representaban las cuatro estaciones del año.
En el año 25 a. C. los romanos construyeron un puente en un lugar vadeable del río Ana, actual Guadiana, que les permitía controlar las calzadas que unían el Norte y el Sur peninsular. En la cabecera del puente levantaron una puerta que daba acceso a una vía principal de Augusta Emérita. El puente fue construido con un núcleo de hormigón revestido con sillares de granito.
Este puente sufrió varias ampliaciones con nuevos tramos y por ello alcanzó una longitud de más de 800 metros, convirtiéndose en el puente más largo del imperio.
Aparte de los restos romanos e hispanomusulmanes (como la imponente Alcazaba) en Mérida se conserva una interesante colección de arte visigótico (siglos IV al VIII) en el Museo del Arte y la Cultura visigoda. Allí se pueden contemplar diversos relieves (pilastras, cimacios, canceles...) realizados con la técnica "a bisel".
Fuente de documentación: paneles explicativos de los monumentos visitados.
Fotografías: Ana Galván Romarate-Zabala